“¿Con quién se queda el perro?”: Qué hay detrás de la reconocida canción de Jesse y Joy

La más reciente producción documental de Jesse & Joy, titulada “Sabrán lo que nunca dijimos”, ha revelado un lado profundamente íntimo y doloroso de los hermanos Huerta. Disponible desde el 25 de septiembre en HBO Max, la serie muestra las heridas familiares que marcaron su vida y su música, especialmente en torno a su padre, Eduardo Huerta, con quien mantuvieron una relación tensa y llena de silencios.

Desde los primeros minutos del documental, Joy comparte pasajes desgarradores de su infancia y juventud, describiendo un ambiente familiar dominado por órdenes y falta de comprensión. La cantante confiesa que durante años cargó con emociones reprimidas y que su música se convirtió en el único refugio para liberar lo que no podía decir en casa.

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Uno de los momentos más impactantes es cuando Joy recuerda a su perrita «Pretzel», a quien consideraba su compañera incondicional en los días más difíciles. Contiene las lágrimas al narrar cómo, al decidir irse de casa, no pudo llevarla consigo porque su padre se lo prohibió. “Iba a agarrarla conmigo, pero me dijo: ‘no, ella se queda conmigo’”, confiesa con la voz entrecortada, recordando el dolor de dejarla atrás y el vacío que dejó su pérdida.

Esa experiencia personal ha cambiado por completo la forma en que los fans interpretan la canción “¿Con quién se queda el perro?”. Lo que parecía una simple historia de ruptura amorosa, en realidad encierra una despedida más profunda: la de una hija separándose de su familia, su hogar y su refugio emocional.

Hoy, al escuchar la canción, resulta imposible no sentir la carga de tristeza y desahogo que Joy volcó en ella. Más que un tema romántico, es el reflejo de una herida que marcó su vida y su arte, transformando cada nota en un testimonio de superación y de amor en medio del dolor.