Acciones argentinas se hundieron hasta 11% ante el temor global a mayores subas de tasas

En día fatídico para los activos de riesgo en el mundo, las acciones argentinas no fueron la excepción y se derrumbaron hasta más de 10% en Wall Street este jueves, mientras la bolsa porteña perdió más de 3%, ante el temor de una aceleración en la dinamina alcista de las tasas de interés, tras el ajuste dispuesto por la Reserva Federal estadounidense (Fed), que podría causar impacto en la marcha de la economía global.

En medio de derrumbes de hasta 5% en los principales índices de la bolsa de Nueva York, los papeles de empresas argentinas sufrieron bajas generalizadas, encabezadas por Ternium (-10,8%); Mercado Libre (-10,1%); Transportadora Gas del Sur (-6,8%); YPF (-5,9%); y Globant (-5,5%).

En Argentina, la bolsa porteña se acopló al clima hostil de Wall Street de principio a fin: el índice líder S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) cedió un 3,3%, a 86.434 puntos. La caída medida en dólar CCL fue de 4,1% y el panel líder cerró debajo de los 418 puntos.

Las mayores bajas de la jornada las anotaron las acciones de Aluar (-5%); de Transportadora Gas del Sur (-4,9%); y de Telecom (-4,8%).

El mercado local fue claramemente contagiado por el derrumbe que sufrieron las acciones estadounidenses, que registraron este jueves su peor caída desde 2020, dado que la confianza de los inversores se desplomó ante la preocupación de que la subida de las tasas de interés de la Reserva Federal no sea suficiente para controlar la creciente inflación.

El S&P 500 perdió un 3,5%, a 4.149,31 unidades, mientras que el Nasdaq se hundió un 4,9%, a 12.329,65 (es su menor nivel en lo que va del año ubicándose, -15,7% por debajo de los máximos históricos registrados en noviembre del año pasado). El Promedio Industrial Dow Jones cayó más de 1.000 puntos, o un 3%, a 33.027,99 unidades.

Las grandes tecnológicas se desplomaron hasta 8,3%, incluyendo a Alphabet Inc, Apple Inc, Microsoft Corp, Meta Platforms, Tesla Inc y Amazon.com. Sin embargo, no han sido sólo los valores de alto crecimiento los que sufrieron en 2022, ya que la perspectiva de subidas de tasas hizo que los inversores cuestionaran su potencial de ganancias futuras. La baja afectó a todas las áreas del mercado, ya que los inversores se dirigieron a las salidas. Sólo un pequeño número de componentes del S&P 500 cerró en alza, uno de los cuales era Twitter.

«La fuerte baja de este jueves parece corregir la suba exagerada del miércoles. Ante la espera de un mensaje que fuese más ´hawkish´, hubo muchos operados con posiciones vendidas que tuvieron que cerrar ante un mensaje más “dovish”, lo cual motivó la fuerte suba puntual de la víspera», explicó Norberto Sosa, director de Grupo IEB.

Quizás este viernes cuando se conozca el reporte del mercado laboral en EEUU, el mercado terminará de digerir el mensaje de la Fer y la pulseada que se genera entre dos escenarios antagónicos, coinciden los especialistas. «Por un lado, hasta el momento la zona de 4100/4200 ha venido funcionado como una especie de soporte para el S&P500. No obstante, también hay una lectura alternativa, en la cual el mercado podría profundizar la caída dentro de una canal bajista. En ese escenario, el objetivo de caída llevaría al S&P500 a una zona de 3800», advierte Sosa.

El banco central estadounidense subió el miércoles las tasas de interés en medio punto porcentual, como se esperaba, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, descartó explícitamente una subida de 75 puntos básicos en una próxima reunión. Los operadores, sin embargo, elevaron el jueves sus apuestas a una subida de 75 puntos básicos en la reunión de junio de la Fed.

«La clave estará en la capacidad del organismo de lograr el efecto deseado: poner paños fríos a la inflación, sin comprometer demasiado el nivel de actividad», sostuvieron desde PPI ¿Lo logrará Powell? Por lo pronto el mercado duda mucho, por algo las tasas del Tesoro también vieron fuertes movimientos. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años volvió a subir por encima del 3% (+11bps) y alcanzó su nivel más alto desde octubre de 2018 (incluso llegó a tocar 3,10% a media tarde).

Paralelamente, se sigue de cerca el desarrollo de la temporada de resultados corporativos como para terminar de inclinar el mercado hacia uno de los dos escenarios. «Ante este clima Bull & Bear, se generan movimientos histéricos que mantienen la volatilidad». añadió Sosa.

De hecho, tras el cierre de la rueda presentó los números del primer trimestre del año Mercadolibre. En esta oportunidad, las ganancias por acción fueron mejores a lo estimado por los analistas, mientras que los ingresos aumentaron según lo esperado. De esta forma, luego de la negociación del mercado MELI rebotaba 8% en el after market y recortaba su dura caída de este jueves.

En el ámbito local, la pelea pública entre el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Fernández por la coyuntura de la política económica se suma ruidos al ambiente inversor de corto y mediano plazo.

Bonos y riesgo país

En el segmento de renta fija, por su parte, los bonos soberanos nominados dólares tampoco logró escapar a la volatilidad a nivel global, a pesar de una apertura optimista. Se registraron bajas de hasta 2,6%, como la del Bonar 2041 (ley local). Entre los globales (ley extranjera), el que vence en 2035 perdió un 2,2%.

«En los últimos 30 días las caídas promediaron 3% en bonos de ley extranjera y 4% en bonos de ley local; mientras que en lo que va del año las caídas alcanzaron 6% y 10% respectivamente. De este modo, los bonos bajo ley extranjera se mostraron más resilientes y el diferencial de precio entre ambos grupos alcanzó a 3,2 dólares en promedio», reportaron desde Puente.

En ese marco, el riesgo país argentino que elabora el banco JP.Morgan subió 1,4%, a 1.788 unidades.

Por su parte, los bonos en pesos extendieron su rally alcista en la mayoría de sus exponentes, y treparon hasta 2,7%. En cambio, las leceres cayeron 0,3% en promedio. La semana próxima el INDEC anunciará el alza de precios durante abril, que a criterio de analistas privados tendrá un piso del 5,5%, tras el abrupto salto del 6,7% en marzo y un acumulado del 16,1% en el primer trimestre, la mayor subasta en 30 años.

Mientras tanto, la deuda soberana dólar-linked se mantuvo vendedora, perdiendo en promedio un 0,5%, siendo el TV23 el más castigado (-0,6%).