Pablo Montero se convierte en defensor de la fidelidad sexual

Pablo Montero es sin duda una de las celebridades que más da de qué hablar a la prensa rosa, y no precisamente solo por su talento ante las cámaras o en el escenario. Tal vez por eso decidió convertirse en escritor y comparte en el libro Camino a la felicidad los 21 puntos que considera claves para encontrar la estabilidad familiar y la dicha.
 
¿Logrará con este libro redimirse? Hagamos un recuento.
 
Primero fue detenido en Miami por manejar a exceso de velocidad y ahí, ¡oh sorpresa!, traía una bolsa con polvito blanco. A raíz del incidente, Pablito tuvo que someterse a un proceso de rehabilitación.
 
Pero eso no ha sido lo más notorio. Son sus líos de faldas los que han catapultado el nombre de este mexicano a las portadas de las revistas. Además de supuestamente haber tenido romances con diferentes celebridades, como Aracely Arámbula o Ludwika Paleta, tiene un hijo con Raquel Piedra –con la que tuvo problemas con la manutención– y otro con Sandra Vidal.

Tras tantos trajines, sentó cabeza y decidió ser hombre de una sola chica cuando se casó con Carolina Van Wieling, con quien tiene dos hijas. Sin embargo, aparentemente hace algunos meses pasaron por una crisis. ¿Por qué?
 
Según los dimes y diretes, la razón es una infidelidad de parte de Montero. ¿Será? Eso solo ellos lo saben. Lo único claro y evidente es que Pablo a ama a las chicas. Es más, él mismo lo ha dicho abiertamente en entrevistas: “Las mujeres son mi debilidad”.
 
Para muestra, solo hace falta ver las fotos que una revista mexicana publicó recientemente en las que se le ve en una habitación de hotel gozando cariñosamente con cuatro bailarinas. Según el implicado eran “solo amigas”.
 
Hayan sido amigas, peras o manzanas, el cantante ahora está dedicado al 100 por cien a hacer el bien sin mirar a quién con su libro.  “Son 21 preceptos para buscar la estabilidad de la familia”, explicó en una entrevista. “Uno de ellos es que recomiendo no pelear frente a los hijos porque luego se te salen malas palabras. Con mi esposa Carito tenemos mucho cuidado, ahora que vivo en matrimonio y con familia”.
 
Eso sí, evitar las malas palabras y las riñas no es el precepto principal.  “La fidelidad sexual es importante”, resaltó.
 
¿Lo sigue él al pie de la letra? “Por eso aquí siempre lo traigo en la mano”, aclaró Montero, apuntando a una copia de su libro. “Hay que reconocerlo y hacerlo”.